El ozono en la ganadería se debe de utilizar por sus propiedades oxidantes, de regeneración del oxígeno y por su acción virulicida, bactericida, fungicida y desinfectante en general.
Es más que aconsejable en la cría de cualquier especie animal así́ como en la industria cárnica, dando a su explotación un importante beneficio económico.
Debido a las necesidades económicas se tiende a concentrar animales en sistemas estabulados, lo que conlleva a la condensación de emanaciones amoniacales, ácidos, y un aumento de la flora microbiana, por lo que se produce un ambiente en el que la falta de oxígeno y las enfermedades están a la orden del día, originando a su vez enfermedades respiratorias, principalmente.